martes, 6 de julio de 2010

Carilda Oliver Labra: Más de ocho décadas y un lustro de amor…

Este seis de julio la poetisa Carilda Oliver Labra arriba a su 88 cumpleaños. Llegue a ella a nombre de matanceros y cubanos la más cálida felicitación  y deseo de que cumpla muchos más, siempre al lado de su pueblo.
Saber quien era Carilda y su historia de vida me impactó profundamente en mi juventud. Cuando en 1950 recibió el premio nacional de poesía yo no había nacido. Sin embargo y sin saberlo conocía al amor de juventud que la llevó a ganar el premio nacional de poesía hace mas de seis décadas. Mi madre trabajaba con el también poeta Hugo Ania Mercier. Ese hombre alto y delgado de cabello muy negro y andar diferente a quien le encantaban los niños y en ratos de ocio nos entretenía a mí y a mis hermanos haciendo dibujos que todavía conservo. Carilda fue su gran amor… Pero entonces yo no lo sabía. Al graduarme de periodista conocí su debilidad mayor: levantarse tarde --porque le gusta trasnochar ya sea leyendo, escribiendo o atendiendo amistades-- y hacerse esperar en reuniones y tertulias… Coqueterías de dama que nació fuera de su tiempo, o fuera de serie como se dice hoy día… Desordenada con el orden que le dictaron sus ideas de poeta, se abrió paso en un mundo dominado por los hombres. Carilda Oliver Labra llega este seis de julio a sus ocho décadas, un lustro y un trienio. Aclaro que no le gusta que digan esa edad tan ruda, pero que sabe llevarla con la pasión infinita de aquélla colegiala que un día escribió versos y un novio, atrevido y a escondidas, envió al concurso que ganó no por azar, sino por la calidad de sus poemas… En una entrevista reciente me contó luego de pedirme que la publicara cuando ya no esté, de los avatares y discusiones que tuvo con aquélla alcaldesa que quiso de cierta manera hacerla responsable de cosas que ella no compartía y también me detalló la forma en que se publicó su primer libro y la sorpresa e incredulidad cuando el después canciller de la dignidad y en aquél entonces responsable de educación y cultura en el gobierno de turno le comunicó la realidad del premio.
Mucho tiempo y lluvia han pasado desde entonces… Sin embargo se sigue sintiendo igual de joven por dentro, con sueños y aspiraciones. 
Carilda ocupó destacado lugar en la élite cultural de la provincia y el país, durante la segunda mitad del siglo XX.
Conoció a Gabriela Mistral, Ernest Heminguay, Eliseo Diego, Cintio Vitier, Fina García Marruz , los  hermanos Loinaz del Castillo y su entrañable amigo y hermano Nicolás Guillén. Fomentó el surgimiento y aceptación pública de figuras jóvenes muy talentosas como Miguel Barnet, Nancy Morejón y Juan Luis Hernández Milián, por sólo mencionar algunos en sus tertulias de la casa de José jacinto milanés, hoy archivo histórico de la ciudad…
Allí bajo los jazmines del patio grande la recuerdo en la noche de los miércoles entre lecturas y momentos musicales o artísticos…
Hoy la novia de Matanzas, la premio nacional de literatura, Premio Rafael Alberti y Premio José Vasconcelos, es aclamada por las nuevas generaciones y festeja el convivir entre quienes la aman como es: coqueta, amiga, educadora y gentil con sus admiradores y amigos.
Algo siempre la ha caracterizado, el amor a su ciudad, su pueblo y sus gatos y todo lo que despida cubana y entrega a la poesía. Los cientos de poemas escritos y publicados no la han cambiado mucho. Sigue siendo aquélla joven que vió a la pareja desordenada en la fiesta de Monserrate o aquélla que sintiendo latir el músculo vital al sur de su garganta dejó escapar su corazón en versos y se enamoró por siempre de la poesía,  su patria grande y su ciudad natal. 

Ana Valdés Portillo.
anacaridad@tvyumuri.icrt.cu

No hay comentarios:

Publicar un comentario