jueves, 7 de julio de 2011

Marisel Ruiz, la amiga que no conocía…

Ana Valdés Portillo.
Cámara: Raúl Dávalos.

La vi por primera vez hace muchos años, cuando fui a Ediciones Vigía para hacer un reportaje a esa editorial sui generis que cumplía quince años de existencia.
Ella --simplemente-- acababa de ingresar al colectivo laboral y  realmente sólo la saludaba como a tantas personas que, saben quien yo soy, y lo que hago.
Años después se mudó cerca de mi madre y nos veíamos más frecuentemente. Como sabía me gustaba tener agendas diferentes, un día me hizo una al estilo de la Editorial Vigía y desde entonces nos hicimos más amigas…
Hoy me doy cuenta que apenas la conozco…
Tiene una vena artística ---a ella no le gusta que así lo diga --- que le permite convertir los desechos en obras inigualables…
Estaba yo en La Habana cuando avisa de su primera exposición, con la esperanza ella de que fuera como amiga no como reportera… Hoy digo que llegué a mi ciudad justo el día que se desmontaba  y corrí para filmar y entrevistarla…
Maricel realmente tiene talento… sus creaciones inspiran alegría y belleza…De forma abstracta y como me confiesa, jugando con lo que recoge de aquí y de allá, logra inspiración y arte.
Nacida en el batey del antiguo central Zorrilla en Los Arabos, Maricel Ruiz pretende como dice su exposición, llegar al cielo de ahí que ya aceptó realizar un proyecto de talleres infantiles para enseñar su arte a niños ciegos o débiles visuales…

En sus manos el universo de las cosas olvidadas se convierte en arte. Para ella los desechos del yute, las botellas o el lienzo dibujado son tesoros que la llaman para compartir un angelical juego de esperanza…
Su esposo y sus dos hijos la siguen y la alientan… una dulce locura con desecho que se vuelven arte….

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